jueves, 1 de marzo de 2012

Origen de la Sostenibilidad I

El primero en hablar de “Sostenibilidad” fue Hans Carl von Carlowitz en su libro Sylvicultura oeconomica, oder haußwirthliche Nachricht und Naturmäßige Anweisung zur wilden Baum-Zucht (1713). Apareció como el primer tratado completo sobre la economía forestal. Es considerado el padre de la silvicultura y utilizó, por la primera vez en este libro, el término sostenibilidad (nachhaltigkeit).
“Wird derhalben die größte Kunst/Wissenschaft/Fleiß und Einrichtung hiesiger Lande darinnen beruhen / wie eine sothane Conservation und Anbau des Holtzes anzustellen / daß es eine continuierliche beständige und nachhaltende Nutzung gebe / weiln es eine unentberliche Sache ist / ohne welche das Land in seinem Esse nicht bleiben mag".
El concepto de sostenibilidad aparece durante el siglo XVIII como consecuencia de la escasez de madera en la región de Sajonia, provocada por la gran devastación de territorios durante la Guerra de los Treinta Años y una masiva utilización de los recursos madereros en las minas.



El término sostenibilidad fue recuperado por la Comisión Bruntland en el Informe “Nuestro Futuro Común” en 1987 y posteriormente por los acuerdos de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992).

Se entiende como desarrollo sostenible el objeto de definir proyectos viables y de reconciliar los aspectos económicos, sociales y ambientales de las actividades humanas; “tres pilares” que deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades, tanto empresas como personas. En los últimos años ha habido una sucesión de ingentes aportaciones para tratar de esclarecer y desarrollar el concepto de sostenibilidad.

Para Federico Martín Palmero, en su tesis Desarrollo Sostenible: Concepto, Evolución, Modelos y Sistemas de Medición, los antecedentes inmediatos en la materia surgieron históricamente en Europa y proceden de iniciativas impulsadas exclusivamente por la comunidad científica y no por autoridades o poderes públicos. La primera de ellas se concretó en el Programa Biológico Internacional, puesto en marcha en 1964.

Programa biológico Internacional

El objetivo principal del programa consistió en movilizar al mayor número posible de investigadores y sus medios técnicos, para estudiar tanto los componentes de un ecosistema como para explicar y entender el funcionamiento del mismo en su totalidad.

Conferencia Intergubernamental de Expertos

En 1968 se celebra la Conferencia Intergubernamental de Expertos sobre bases científicas de utilización racional y de conservación de los recursos de la Biosfera. El objetivo de dicho Programa se sustenta en el estudio de las relaciones del hombre con su entorno, de forma que se oriente al desarrollo económico hacia políticas que garanticen que no se ponga en peligro la renovación de los recursos.

Este Programa tiene como fruto la creación del Programa Hombre y Biosfera (llamado Programa MAB, por las siglas en inglés), una de las acciones más vitales y más largas de las promocionadas por la UNESCO.

Programa internacional sobre el Hombre y la Biosfera

La Asamblea General de la ONU, mediante la Resolución 2.398 de 3 de Diciembre de 1.968, convoca la Conferencia sobre el Medio Humano, primera reunión mundial sobre medio ambiente, que se celebra en Estocolmo entre el 5 y el 16 de Junio de 1.972, con la asistencia de representantes de 113 naciones.

Se trata de una Conferencia de marcado carácter filosófico y de definición de políticas de acción, y marca la inflexión real entre la concepción de modelos desarrollistas y un futuro más respetuoso con el medio ambiente. Se formuló una declaración que comprendía 26 principios, un Plan de Acción y 109 recomendaciones. De las cuales se podrían destacar la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los primeros acuerdos sobre el Comercio Internacional de Especies Protegidas, la Creación en los Estados de Ministerios de Medio Ambiente y la Gestación del Programa de acción de Medio Ambiente de la UE.

Algunos autores como Heal señalan que en dicha conferencia se acuñó el término “desarrollo sostenible”.

Si Estocolmo abre el camino a la posición oficialista sobre desarrollo sostenible, no es menos trascendental la presentación en la misma conferencia, de lo que iba a ser un clásico en la formulación de las filosofías posteriores: el conocido como Informe Meadows, elaborado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts bajo el auspicio del Club de Roma, con el título los Límites del Crecimiento.

Informe Meadows

Los Límites al Crecimiento (en inglés The Limits to Growth) es un informe encargado al MIT (Massachusetts Institute of Technology) por el Club de Roma que fue publicado en 1972, poco antes de la primera crisis del petróleo. La autora principal del informe, en el que colaboraron 17 profesionales, fue Donella Meadows, biofísica y científica ambiental, especializada en dinámica de sistemas.

La conclusión del informe de 1972 fue la siguiente:
“Si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra durante los próximos cien años.”
El informe se basa en la simulación informática del programa World3, creado por los autores del informe con el objetivo de recrear el crecimiento de población, económico y el incremento de la huella ecológica de la población sobre la tierra en los próximos 100 años, según los datos disponibles hasta la fecha. La tesis principal del libro es que, “en un planeta limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles”. Así, el planeta pone límites al crecimiento, como los recursos naturales no renovables, la tierra cultivable finita, y la capacidad del ecosistema para absorber la polución producto del quehacer humano, entre otros.

El programa informático World3, en diversas simulaciones, da como resultado una extralimitación en el uso de los recursos naturales y su progresivo agotamiento, seguido de un colapso en la producción agrícola e industrial y posteriormente de un decrecimiento brusco de la población humana. Es por eso que los autores exponen como una posible solución a este colapso el crecimiento cero o estado estacionario, deteniendo el crecimiento exponencial de la economía y la población, de modo que el uso de los recursos naturales que quedan no sean mermados por el crecimiento económico para que de esa forma puedan perdurar más en el tiempo.

El siguiente paso en la materia, espoleado sin lugar a dudas por la crisis del petróleo de 1.973, que refrendaba en la práctica las tesis de Meadows y de la Conferencia de Estocolmo sobre el aprovechamiento de los recursos no renovables, lo realiza la Organización de las Naciones Unidas a través de su Asamblea General.

Continúa en Origen de la Sostenibilidad II....

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